5. Las disciplinas filosóficas
A lo largo de la historia, los filósofos se han planteado muchas preguntas sobre temas muy diversos, pero no es posible contestarlas todas a la vez. ¿Por dónde empezar? Quien quiera intentar responderlas necesita organizarlas. Eso es justamente lo que han hecho los filósofos, al menos desde Aristóteles, en el siglo IV a. C., hasta nuestros días.
Por consiguiente, se impone la necesidad de subdividir la filosofía en una serie de disciplinas, de modo que cada una de ellas se ocupe de encontrar respuestas a las cuestiones relacionadas con la realidad, el conocimiento, nuestra esencia humana o con nuestra conducta individual y social.
5.1. Metafísica y gnoseología
La metafísica es la disciplina encargada de dar respuesta a las preguntas sobre la realidad.
El primer filósofo en abordar esta parte fundamental de la filosofía fue Platón, en el siglo IV a. C. Sus reflexiones sobre la metafísica aparecen dispersas por todos sus escritos. Posteriormente, su discípulo, Aristóteles, dedicó íntegramente un libro a esta área de la filosofía.
La palabra metafísica significa «más allá de la física». Es decir, si la física es la ciencia que estudia la realidad natural, la metafísica estudiará la realidad en su totalidad. Pero la realidad es todo cuanto hay. Por tanto, su campo de estudio puede ser muy amplio. De ahí que esta disciplina se subdivida, a su vez, en tres áreas de investigación:
Ontología. Estudia las propiedades más generales del ser.
Cosmología. Estudia el origen del universo y las propiedades generales de los seres naturales.
Teología. Estudia a Dios o al ser fundamental, causa de los demás seres.
La teología, como parte de la filosofía, se diferencia claramente de la teología que presenta un fundamento religioso. La primera emplea únicamente argumentos racionales. Incluso puede llegar a la conclusión de la inexistencia de Dios, hecho que no ocurriría nunca en una teología revelada. La teología de fundamento religioso se apoya en la revelación divina para justificar una explicación de Dios y de la realidad como su Creación.
La gnoseología se ocupa de nuestro conocimiento de la realidad. Analiza las posibilidades y los límites del saber humano, los distintos métodos que empleamos para conocer, y cómo la razón y los sentidos contribuyen a la construcción de nuestro conocimiento.
Como la metafísica, la gnoseología también se subdivide en áreas de investigación:
Epistemología. Estudia la forma más elaborada y perfeccionada de nuestro conocimiento: el conocimiento científico.
Lógica. Estudia la estructura de nuestros razonamientos con el fin de distinguir los argumentos válidos de los que no lo son.
Con frecuencia, gnoseología y epistemología se utilizan como sinónimos. Nosotros hemos preferido reservar el término epistemología para el estudio del conocimiento científico (ἐπιστήμη, episteme, en griego significa «ciencia»), mientras que la gnoseología se ocuparía del conocimiento en general, incluyendo el científico y el no científico. Así, al resaltar el carácter globalizador del término gnoseología, podemos incluir en él a la lógica.
5.2. Antropología
La antropología es la disciplina encargada del estudio del ser humano (en griego, ἄνθρωπος, anthropos, significa «hombre»).
Es posible estudiar al ser humano desde distintas perspectivas: como ser social, como animal, desde el punto de vista de su salud, etc. La antropología intenta comprender qué posee el ser humano de específico, qué nos permite diferenciarlo de otros animales; es decir, intenta averiguar qué nos hace verdaderamente humanos.
Tradicionalmente, se han distinguido tres tipos de antropología:
La antropología física se ocupa de analizar los rasgos anatómicos y fisiológicos del ser humano que ejercen una mayor influencia en la diferenciación respecto de otros animales. Por ejemplo, presta especial atención al tamaño de la cavidad craneal y a la bipedestación , puesto que ambas características parecen haber sido determinantes en el desarrollo de la inteligencia humana. También estudia la evolución de la especie humana a partir de los restos fósiles.
La antropología social o cultural centra su atención en la tendencia natural del ser humano a vivir en sociedad. Analiza las peculiaridades de las distintas formas de organización social, las relaciones de parentesco, etc., a lo largo de la historia de la humanidad.
También estudia la cultura concebida como el producto de la acción humana, cómo llega a convertirse en su segunda naturaleza y acaba resultando, incluso, más relevante que la primera.
L a antropología filosófica es la única de la tres que es verdaderamente una disciplina filosófica, como apunta su propio nombre. A diferencia de las otras, intenta ofrecer una visión global del ser humano y, para ello, se nutre de los resultados que le proporcionan la antropología física y la social, y los utiliza como datos a partir de los cuales construir una reflexión filosófica que dé respuesta a la pregunta sobre qué es el ser humano.
Esa reflexión habrá de tomar en consideración asuntos tales como la conciencia que el ser humano tiene de la propia muerte, la experiencia de la libertad y la consecuente responsabilidad sobre sus actos que se deriva de la posibilidad de elegir qué hacer y qué no hacer.
5.3. Ética, estética y filosofía política
Recordemos que la filosofía se divide en una parte teórica y otra práctica. La primera intenta comprender cómo es la realidad. La segunda se encarga de orientar nuestra conducta y se subdivide en ética, estética y filosofía política.
La ética busca un fundamento racional a nuestra conducta moral, es decir, intenta averiguar en qué consiste el bien y qué principios racionales inspiran las normas morales en las que debemos basarnos para guiar nuestra conducta.
La ética no intenta proponer unas normas de conducta; esta es una labor de la moral. La ética se ocupa, precisamente, de estudiar la moral. Esta última es un saber de primer orden que intenta responder a la pregunta ¿qué debo hacer aquí y ahora? La ética, por su parte, es un saber de segundo orden que se ocupa de preguntas del tipo ¿cómo puedo llegar a saber de forma general qué debo hacer en cada ocasión?
La estética se centra en buscar un fundamento filosófico, un significado, a la existencia misma del arte. Con este fin, intenta, en primer lugar, aclarar qué esla belleza para, posteriormente, explicar en qué consiste la experiencia singular que los seres humanos tenemos cuando nos encontramos ante ella.
A veces, cuando oímos una melodía, contemplamos un cuadro o vemos una película, experimentamos una sensación única que podemos denominar «experiencia estética». ¿Qué es esa sensación? y ¿qué es la belleza que la provoca? son las preguntas que trata de responder la estética concebida como disciplina filosófica.
La filosofía política, por último, se dedica al estudio racional de las relaciones de poder a través de la reflexión sobre las leyes y la justicia, la autoridad y las distintas formas de gobierno, tratando de establecer cuáles de ellas son más justas y, por tanto, preferibles.
Uno de los temas centrales de esta disciplina filosófica es la investigación sobre el origen y la legitimidad del poder político que ejercen quienes gobiernan: de dónde emana ese poder y qué les da derecho a los gobernantes a ejercerlo.
Cuarteto, de G. Mayers. La experiencia estética contiene una satisfacción y una finalidad en sí misma, a diferencia de la experiencia práctica, que busca una utilidad.
5.4. Las llamadas «filosofía de...»
La filosofía oriental surge en Mesopotamia, en el siglo IV a. C. Podemos distinguir tres corrientes fundamentales: budismo, confucionismo y taoísmo que, en general, coinciden en sostener que el hombre es parte integrante de la naturaleza y que está dotado de una gran fuerza interior. El estudio de esta fuerza nos permitirá llegar a una verdadera comprensión de la realidad.
El pensamiento occidental se diferencia del oriental por su componente racionalista, frente a la interpretación mística de la realidad propia de esta última. Así, mientras el primero cree en la razón como instrumento de conocimiento, el segundo defiende el poder de la mente sobre cualquier capacidad racional. La filosofía oriental se basa en una concepción mentalista, es decir, considera la realidad como un proceso mental que puede ser modificado por medio de la meditación. También es panteísta, pues concibe la realidad como una creación mental de una mente total y única que contiene todo lo real.
Desde el origen de la Modernidad hasta nuestros días, han surgido y se han desarrollado nuevas áreas de conocimiento que, con el tiempo, han ganado en profundidad y complejidad. La labor de la filosofía con respecto a esos nuevos saberes ha consistido en proporcionar un sentido unitario a la investigación que llevaban a cabo: hacer posible que podamos contemplarlas en su globalidad.
Dado que resulta imposible ocuparse en este espacio de todas las disciplinas filosóficas, nos referiremos aquí solo a algunas a modo de ejemplo:
Filosofía del lenguaje. La lingüística estudia el lenguaje y sus elementos integrantes: las palabras y las oraciones. La filosofía del lenguaje se ocupa de la relación que existe entre esos elementos y la realidad.
Filosofía de la historia. La historia se dedica a conocer o exponer los hechos acaecidos. La filosofía de la historia se pregunta si existe un sentido, un objetivo hacia donde apuntan esos hechos. También se interesa por cómo el historiador influye en el testimonio que ofrece de los hechos acaecidos.
Filosofía del derecho. Se interesa por el fundamento último del hecho jurídico, ya sea la firma de un contrato o una sentencia dictada por un juez. También investiga los valores sobre los que descansa un determinado ordenamiento jurídico; valores como pueden ser el respeto a la vida o a la propiedad privada.
Filosofía
Ámbitos
Áreas
Disciplinas
Teórica
Metafísica
Ontología
Teología
Cosmología
Gnoseología
Epistemología
Lógica
Antropología
Filosofías de...
el lenguaje
la historia
el derecho
...
Práctica
Ética
Estética
Filosofía política