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Si un artista paseara junto a un río y viera una libélula volar, seguramente le serviría como inspiración ya que este animal es de una extraordinaria belleza. Pero si fuera un limnólogo el que la observara, la presencia del insecto le proporcionaría una gran alegría.
La limnología es la ciencia que se ocupa del estudio y diagnóstico de las aguas de los ríos y de los lagos. De sus condiciones físicas: temperatura, cantidad de sales, corriente, etc., y de las biológicas, es decir, las de los seres vivos que habitan en ellas.
Un limnólogo debe poseer conocimientos de disciplinas tan variadas como la botánica, la entomología, la ornitología o la química.
Un río puede «perder la salud» por muchos motivos: la alteración del caudal por la creación de embalses, la aparición de productos químicos, el vertido de aguas residuales urbanas, etc. Encontrar solución a estos problemas es parte del trabajo de los limnólogos.
¿Qué sabes ya?
El tiempo es el estado de la atmósfera en un lugar y en un momento determinados. El clima es el tiempo que predomina en un lugar a lo largo de varios años.
Los ríos
Los ríos son corrientes continuas de agua que suelen nacer en las montañas.
La mayoría de los ríos europeos son bastante largos y de caudal regular. Por eso, muchos son navegables.
Los ríos de Europa se clasifican, según el océano o el mar en el que desembocan, en cinco vertientes: la vertiente atlántica, la vertiente ártica, la vertiente mediterránea, la vertiente del mar Negro y la vertiente del mar Caspio.
Los ríos de esta vertiente son poco caudalosos e irregulares, porque sufren fuerte estiaje en verano. Entre otros, destacan el Ebro, el Ródano y el Po.
Los ríos de la vertiente del mar Negro son muy largos y caudalosos, por eso son navegables. Destacan el Danubio, el Dniéper y el Dniéster.
Los ríos de esta vertiente son largos y caudalosos. En la vertiente del mar Caspio se encuentra el río más largo del continente europeo, el Volga.
Los ríos de esta vertiente son los más caudalosos de Europa porque atraviesan zonas con abundantes lluvias. Destacan, de este a oeste, el Dvina Occidental, el Vístula, el Oder, el Elba, el Rin, el Loira y el Tajo.
Los ríos que desembocan en el océano Glacial Ártico son muy caudalosos y permanecen helados durante el invierno. Los ríos más largos son el Pechora y el Dvina Septentrional.
Europa se encuentra entre dos zonas climáticas de la Tierra: la zona templada y la zona fría.
La mayor parte del continente europeo se encuentra entre los 35º y los 60º de latitud norte. Esas latitudes están en la zona templada de la Tierra.
Por eso, los climas de buena parte de Europa no tienen temperaturas ni muy altas ni muy bajas.
Los climas templados de Europa se clasifican en los siguientes tipos:
Los climas fríos se localizan en las latitudes altas, por encima del paralelo 60º N, y en las zonas más elevadas. Hay dos tipos de climas fríos:
Europa tiene paisajes variados con vegetación diferente. Por ejemplo:
Los ríos de España tienen diferentes características porque el clima y el relieve son variados.
Por eso, en nuestro país podemos encontrar ríos que presentan un abundante caudal en zonas con frecuentes lluvias, mientras que en otros lugares las escasas lluvias impiden que haya ríos.
En las zonas que tienen escasas lluvias se forman barrancos, ramblas y torrentes. Estos son cortes en el terreno por los que discurre el agua solo cuando llueve. Son típicos de las islas Baleares, las islas Canarias, Ceuta, Melilla y el sureste de la Península.
El territorio por el que corren un río y sus afluentes se llama cuenca hidrográfica.
Las cuencas cuyos ríos, barrancos y torrentes vierten sus aguas a un mismo mar forman una vertiente.
En España hay tres vertientes: al norte, la vertiente cantábrica; al este y al sur, la vertiente mediterránea, y al oeste, la vertiente atlántica.
La vertiente cantábrica se extiende por el norte de la Península. Comprende los ríos que vierten sus aguas al mar Cantábrico.
Aunque esta es la vertiente más pequeña, sus ríos son muy caudalosos: por ella circula el cuarenta por ciento del agua de todos los ríos españoles.
Los ríos de la vertiente cantábrica son cortos y con fuerte pendiente, porque nacen en montañas de la Cordillera Cantábrica, próximas al mar donde desembocan.
Sus caudales son abundantes y regulares, ya que atraviesan zonas en las que las precipitaciones son frecuentes a lo largo de todo el año.
Los principales ríos de esta vertiente son:
La vertiente mediterránea comprende las tierras cuyos ríos, barrancos y ramblas desembocan en el mar Mediterráneo. Ocupa una tercera parte del territorio español.
La mayoría de los ríos de la vertiente mediterránea, excepto el Ebro, son cortos y poco caudalosos, porque discurren por zonas con clima mediterráneo, de escasas lluvias.
Tienen un régimen irregular, con estiaje en verano y crecidas en primavera y otoño.
Los ríos más largos de la vertiente mediterránea son los siguientes:
En la vertiente mediterránea hay ramblas y torrentes. Cuando hay fuertes tormentas, las ramblas, los torrentes y los ríos pueden desbordarse, es decir, llevan tanta agua que se sale del cauce, lo que puede provocar graves inundaciones. Las inundaciones se suelen producir en los meses de primavera y otoño.
La vertiente atlántica se extiende por el oeste de la Península y Canarias. Comprende las cuencas de los ríos y barrancos que desembocan en el océano Atlántico. Es la vertiente más extensa de España y en la que se encuentran los ríos más largos.
Los ríos de esta vertiente nacen en montañas alejadas del océano Atlántico y tienen un régimen irregular.
Los ríos que pertenecen a la vertiente atlántica se clasifican en tres grupos:
En Canarias no hay corrientes continuas de agua. Hay barrancos, como el de las Angustias.
En España se distinguen cuatro tipos de clima: oceánico, de montaña, subtropical y mediterráneo.
El clima oceánico se da en el norte de la Península. Se extiende por las Comunidades de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra y norte de Aragón y de Castilla y León. Sus características son:
La vegetación es abundante y predominan los bosques de robles, castaños y hayas y los prados.
El clima de montaña se da en las cumbres que están por encima de los 1.500 metros de altura. Sus principales características son:
La vegetación es escasa. En las partes altas hay prados naturales y en las zonas de menor altura se encuentran bosques de pinos, robles y abetos.
Las islas Canarias están situadas próximas a la zona cálida de la Tierra. Tienen un clima subtropical seco. Sus principales características son:
La vegetación es muy rica en especies endémicas, es decir, que no crecen en ningún otro lugar del mundo. Destacan la laurisilva, el pino canario, las tabaibas y los cardones.
El clima mediterráneo es el que predomina en la mayor parte de la Península, Ceuta, Melilla y las islas Baleares. Hay tres variantes del clima mediterráneo:
La vegetación es variada, pero escasa. Predominan los matorrales y los arbustos de jara y tomillo y los bosques de encina, alcornoque y pino. En las zonas más secas y áridas crecen la chumbera, el palmito y el esparto.
Elige y realiza una de estas actividades:
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